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Dime nombres de artistas mujeres aparte de Frida Kahlo

Por Walkiria Arteaga

Tesista de la carrera de Historia del Arte, UCV y colaboradora de una galería propia.
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“Las dos Fridas”, 1939, Frida Kahlo. Museo de Arte Moderno, México.

¿Qué tienen en común los grandes nombres de artistas que podemos encontrar en la historia del arte? Que son de hombres, sobre todo, blancos, muchos de los cuales fueron patrocinados por la aristocracia, la Iglesia, mecenas y/o coleccionistas.

A las pruebas me remito, las de tu mente: piensa en el arte más popularmente admirado, el del renacimiento e intenta nombrar al menos a 3 artistas mujeres. 

¿Ninguna, cierto? 

Pero esa es una constante en el relato de nuestra disciplina, y que perdura en la actualidad: hay muchos segregados y no sólo por pobreza, tez o género. Además de Degas y de Toulouse-Lautrec, muy pocos artistas que no provinieron o tuvieron conexión con la aristocracia, son recordados con facilidad, por lo menos, por el público general. 

Aunque en 2024 ya conocemos más nombres de artistas mujeres, y en museos y espacios culturales la cantidad de ellas se ha incrementado, aún vivimos el desequilibrio. No obstante, hemos heredado lo siguiente: todos los papeles parecen estar muy bien repartidos: algunos, los ricos, pagan por las obras y van a fiestas de sociedad; los negros luchan por su libertad. ¿Y las mujeres? También. 

Esto llamó la atención de la historiadora del arte estadounidense Linda Nochlin, quien hacia 1970 escribió el ya famoso ensayo ¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas? 

En él, la autora, en medio del fulgor de las luchas feministas, se preguntó por nombres de artistas negros que hubieran alcanzado el éxito en el renacimiento, vinieran directamente del seno de la nobleza y/o, sobre todo, que fueran mujeres. Esto derivó en la gran pregunta que inauguraría su ensayo y en la inspiración para crearlo.

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Te brindamos varios nombres de artistas mujeres

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“Autorretrato como alegoría de la pintura” (“La Pittura”), Artemisia Gentileschi, ca. 1638-9. Royal Collection Trust / © Su Majestad la Reina Isabel II.

Enfocándonos en las mujeres, es importante mencionar que hay varias ya conocidas. Unas más, otras menos. Algunas de ellas: Artemisia Gentilleschi, Berthe Morisot, Suzanne Valadon, Rosa Bonheaur, Remedios Varo. Le siguen: Tina Modotti, Tarsila Do Amaral, Gego. Entre muchísimas otras que harían de este un artículo infinito.

Sin embargo, todas están unidas porque tienen historias tan interesantes que podríamos hacerles películas, sagas y series. A pesar de que actualmente se habla más de ellas, las preguntas de Nochlin siguen teniendo vigencia. 

Entonces pues, te dejamos estos tres talones de Aquiles en el mundo del arte que provocan esos vacíos de información, huecos, olvidos. Según nosotras son: 

1) El mito del genio en el arte, o la famosa “pepita de oro de la genialidad” como la llama la autora; 

2) La educación diferenciada en las academias y talleres; 

3) Y, por último, lo que se ha esperado de las mujeres a lo largo de la historia.

Narrativas clásicas del arte

¿Te has dado cuenta que hay dos grandes tipos de artistas que podemos encontrar de diferentes modos y con variaciones en la historia del arte? 

Está el niño prodigio que fue descubierto por sus maestros, mecenas o algún suertudo a una muy temprana edad y fue lanzado a la fama. 

Y, por otro lado, está el joven, viejo o ya hombre fallecido que vivió mucho tiempo siendo incomprendido. Hasta que un investigador (u otro afortunado) descubrió el gran talento que las personas cercanas tacharon de locura.

Estas dos narrativas forman gran parte del discurso del arte. Y es común ver a estos personajes como un hombre blanco, heterosexual. Quien, además, al no ser de clase media sino muy pobre, y tener un talento casi de semidiós, saldría de la pobreza a través de ese “excepcional talento”. La historia del arte nos vendió también la idea romántica del artista mártir salido de la pobreza por su genio (pero es un caso aislado en el mundo real). 

Su contexto remarcó, asimismo, su heroísmo por ser un genio aún en esas condiciones. Por ejemplo, Giotto, que fue descubierto dibujando ovejas en piedra con gran destreza mientras hacía sus labores pastoriles.

El punto es, de acuerdo con Nochlin, que esa genialidad o esa “pepita de oro” nunca fue advertida en el caso de las artistas mujeres. Así, ellas también pintaran, esculpieran o fotografiaran con igual o más excepcionalidad que el mismo Giotto. Por ende, la historia del arte se concentró adrede en el hombre.

El rescate de nombres de artistas mujeres

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«Chica en una pequeña pared», 1930, Suzanne Valadon. Donación de Wallace y Wilhelmina Holladay.

Debemos dejar de ver a este discurso que llamamos historia del arte como algo imparcial. Invitamos a observar también a los otros actores y actrices de esferas “minoritarias”. 

¿Crees que en épocas tan impregnadas de cultura y descubrimientos (hasta de continentes) las mujeres artistas no tenían algo -o mucho- qué decir? Sabemos que sí, pero estaban siendo censuradas, subestimadas y menospreciadas por sus entornos.  

Pocas llegaban a hacer arte. Y se suma el hecho de que tampoco se les permitía pintar desnudos. 

Educación sesgada

Ese es el segundo punto que rescatamos del artículo de Nochlin: accedían a una educación sesgada con la cual pudieron a medias tintas formarse.

Eso es algo que hoy nos parece muy lejano porque si en la actualidad vamos a una escuela de artes  veremos que mujeres y hombres pueden compartir todos los talleres a su antojo, pero en realidad esto pasó hace muy poco.

¿Se imaginan a una niña quedándose a vivir con un artista en el renacimiento porque ahora ella es su aprendiz? No suena como algo muy lógico, de hecho sería un escándalo. Saltarían miedos y previsiones a la vista que no tuvieron, por ejemplo, los padres de Leonardo, Miguel Ángel o Rafael, al dejarlos desde pequeños perfeccionar sus talentos con sus maestros.

Pero esto no solo ocurría en la época del renacimiento. En la ilustración (finales del siglo XVIII y principios del XIX), e incluso en la Bauhaus (siglo XX), las mujeres tenían prohibido entrar a ciertos talleres. Por ejemplo, el del desnudo que les fue vetado en la primera época que mencionamos, cuando Napoleón estaba tomando el poder en Francia, y la Academia de Artes de París con su Salón Oficial era el epicentro artístico del mundo occidental. En aquel entonces, este marcaba el canon para entender a la pintura histórica, heroica y mitológica en tanto era defendido como el más alto ideal de belleza.

Debemos dejar de ver a este discurso que llamamos historia del arte como algo imparcial. Invitamos a observar también a los otros actores y actrices de esferas “minoritarias”. 

Walkiria arteaga

¿Y de que estaban repletas estas pinturas que el Salón apreciaba tanto? Sí, de desnudos. Desnudos artísticos en los cuales las mujeres artistas de esa época no alcanzaban en su mayoría una buena ejecución porque no les estaba permitido practicarlo con todas las de la ley. Esto debido al pudor y la conformidad con una moralidad bastante desigual para ambos sexos. 

Por eso, las mujeres artistas se dedicaron a otros géneros como el bodegón, el paisaje y las naturalezas muertas que, aunque les abría las puertas del Salón, no les aseguraban las loas, premios y estímulos que un buen cuadro mitológico, histórico o heroico pudieran asegurarles.

Nombres de artistas mujeres en otras épocas

Estudio para “La feria de caballos”, Rosa Bonheur, Museo Metropolitano de Arte

Imposible para mi no recordar a Rosa Bonheur, quien en pleno siglo XIX, fue reconocida como pintora de animales. Esta especie de retratística es quizás lo más cercano que pudo estar de pintar a un modelo. (Al igual que muchas mujeres de la época que para pintar desnudos solo se les permitiera que fuera de animales en el taller, y de los cuales no podían pintar todo, sino partes “más decorosas”.  ¡Insólito! ¿Cierto?

Así pues, desde el siglo XVII hasta entrado el siglo XIX, con la Ilustración, el ojo de la mujer era censurado; no se les permitía ver nada considerado indecoroso -estilo los grandes penes del Museo Secreto en Florencia-. La razón fue que, al considerársele un ser inferior, con un cerebro inferior al masculino, el acceso a desnudos y a mensajes sexuales, podía volverla loca y dejarse llevar por sus instintos más primitivos. ¿O, señores clásicos, podía subvertir el orden establecido?

La Bauhaus

En la Bauhaus, (Alemania, s. XX), también sucedieron cosas parecidas. Sin embargo, en lugar de vetar un solo taller, a las mujeres artistas les vetaban todos; a excepción del taller de textil por considerarse un arte menor y, por supuesto, apto para mujeres. Las otras disciplinas no se consideraban apropiadas para ellas, incluso la arquitectura. 

Aunque se enfrentaran a estas injusticias, resaltan de este periodo artistas como: Gunta Stlözl, 1897 – 1983; Marianne Brandt, 1893 – 1983; Anni Albers, 1899 – 1994, la primera diseñadora en tener una exposición en el MoMA; entre otras.  

Y por último, aunque no menos importante, hay un elemento que también impidió el desenvolvimiento más abierto y libre de la mujer en las artes: su interés por la vida matrimonial y familiar. Estaba en sus creencias y en las de sus entornos que sus aspiraciones solo debían circunscribirse a ello (algo que aún abunda). En este sentido, se esperaba de las mujeres y de su rol en la sociedad, que se dedicase únicamente al hogar y al cumplimiento de ciertos deberes sociales como ser una buena madre o una buena esposa.  

Afortunadamente, el curso de la historia dio giros importantes para las mujeres en todas las disciplinas a lo largo del siglo XX. Hoy hemos avanzado tanto que podemos levantar la voz a través de distintos medios y decir cosas como estas. Sin embargo, hasta 2019, las cifras en el mercado del arte apuntaban a mayor número de hombres sobre mujeres.

A nosotras/os nos queda la labor de seguir visibilizando y educándoles sobre el arte con enfoque de géneros: hecho por mujeres artistas con la misma pasión y entrega que tuvieron Picasso, Da Vinci, Van Gogh o que has tenido tú mismo. 

¡Tenemos que seguir entrando a colecciones, y leyendo o creando libros de historia del arte!

Escrito por Walkiria Arteaga /

Editado por Gris Arveláez

Nov, 2022-Nov, 2023